Segunda jornada: Cañada de la Cruz – Calasparra

Después de un reparador descanso, y al fresco de la mañana esperamos la apertura del bar. Unos cafés y magdalenas fue nuestro desayuno.

Comenzamos con la subida a Puerto Alto (1510 m.), que a pesar de las alforjas se nos hizo llevadera. Pronto comenzamos el descenso hacia la Ermita de la Rogativa, Revolcadores a nuestra derecha con la luna sobre su vertical y el sol a la altura de Inazares. La temperatura a esas horas era muy agradable y nos dejamos caer por la pista.

Problemas. Juan Bautista pincha. Por el agujero sale un líquido de color indescriptible y aspecto asqueroso que no logra taponar la herida, se desangra poco a poco. Taponamos el pinchazo con el dedo en la esperanza, infundada comprobamos más tarde, de que dejara salir esa mezcla repugnante de aire y líquido pringoso y taponara la herida. No hay más remedio, pondremos una cámara. Cinco minutos más tarde nos deteníamos de nuevo. Otra vez es la bicicleta de Juan, y la misma rueda. No es posible, hemos comprobado que nada afectara a la reparación. Al comprobar el motivo vemos que las llantas, preparadas para ir sin cámaras no dejan espacio suficiente para la válvula y esta se ha despegado del resto de la cámara. Ponemos otra y rezamos para que aguante.

Pasamos la ermita de la Rogativa y la zona recreativa Fuente de los Almeces. Agua no potable figura en el correspondiente cartel. Nos encaminamos hacia El Sabinar tras pasar por el Estrecho y dejar Arroyo Tercero a nuestra derecha . Llegamos a buena hora para almorzar y no desaprovechamos la ocasión, buena ración de embutido y unos “litricos” para pasarlo.

Nos deslizamos Campo de San Juan abajo entre plantaciones de aromáticas hasta el embalse de La Risca. Dejamos el asfalto y comenzamos una áspera subida por una pista muy empedrada a nuestra derecha, el sol ya empieza a calentar el ambiente. Superado el collado del Majal Alto (1150 m.) comenzamos la bajada con la pista en las mismas condiciones, hay que extremar la precaución, con tanta piedra es fácil caer o romper algo. Ya en el cauce del río Alhárabe nos incorporamos a otra pista en mejores condiciones que nos llevara hasta Somogil y el camping de La Puerta, cerca de Moratalla.

Es el día de San Juan y nuestro compañero quiere celebrar su onomástica. Nos invita a comer en el restaurante del camping acompañados de un buen jumilla. Hacemos los honores y después José Luís se niega a continuar si no hecha primero una buena siesta. Teníamos previsto pernoctar aquí. Habíamos reservado una cabaña, pero era “solo” medio día y se podía aprovechar la tarde. Como consecuencia a las seis nos ponemos en marcha. La intención llegar a Calasparra, pasando antes por Moratalla. Ya en el pueblo compramos unas cámaras nuevas para reponer las utilizadas en la Rogativa. Nos vinieron bien, primero José Luís y luego yo pinchamos esa tarde.

Como no podía ser de otra manera llegamos a Calasparra con el sol bajo el horizonte.

Nos fuimos a la alameda y cenamos en una terraza, el dueño nos llevo con su furgoneta hasta el nuevo camping que se esta construyendo en el paraje de los Viveros, junto al santuario de la Virgen de la Esperanza. Estrenamos un par de cabañas de madera y dormimos acunados por los cucos.
 

Guía Práctica

Salida: Cañada de la Cruz
Llegada: Calasparra
Época: Todo el año.
Porcentaje de ciclabilidad: 100%
Distancia: 84 Km.

 

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